Cuadros para "visitar"

Estas son algunas de las obras de lo más granado del Renacimiento veneciano que podéis visitar en la ciudad de los canales. 

Canaletto
Giovanni Antonio Canal (1697-1768) no fue un pintor-fotógrafo. En la época del auge de la vedute o vistas urbanas, Canaletto plasma en sus obras una nueva ciudad,  modificando el original, y que será la vista de Venecia que perdurará en el tiempo. Formado en la tradición de las escenografías teatrales, supo trasladar a su obra mejor que nadie la magia y el encanto de la ciudad de los canales.

El puente de Rialto desde el sur, 1739
Fuente: extraído de Artehistoria.es
El puente de Rialto es el más antiguo de todos los que cruzan el Gran Canal de Venecia –el único hasta la construcción del Puente della Accademia en 1854- y fue un tema recurrente en la obra de Canaletto. Enfocándolo desde diferentes perspectivas, Canaletto supo encontrar en cada una de ellas la belleza de la construcción dentro de las composiciones urbanas de Venecia.



Canal Grande di Santa Maria della Salute, 1730
Fuente: extraído de Artehistoria.es
Canaletto muestra en esta obra su gran talento para el tratamiento de la luz, la llamada luz veneciana, que refleja en todas sus obras. A medio camino entre la idealización de la ciudad y la instantánea cotidiana de los venecianos, Canaletto plasmó uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, dotándolo de protagonismo propio.  Es una de las mejores muestras de la magia lumínica de Canaletto.
Tiziano
Tiziano Vellecio (1477-1576) es uno de los mayores exponentes de  la Escuela veneciana. Pintor versátil, su obra incluye tanto paisajes como retratos o escenas fantásticas y religiosas, siempre con un uso del color sin precedentes en la Historia del Arte occidental.
Gran parte de las obras de Tiziano en la ciudad pueden verse en la basílica Santa Maria della Salute: en el techo, Muerte de Abel, Sacrificio de Abraham y David y Goliat; n la sacristía, San Marcos en el trono, con los santos Cosme, Damián, Sebastián y Roque; y también varios frescos que, si bien en su época se consideraron poco apropiados, sí fueron admirados posteriormente.
Desgraciadamente,  las mejores obras en soporte de tela se encuentran en distintos museos fuera de Venecia, como el famoso Dánae recibiendo la lluvia de oro en el Museo del Prado, en Madrid.



David y Goliat, 1542-1544
Fuente: extraído de Artehistoria.es
Tiziano recurre a diferentes influencias para realizar este encargo mostrando su estilo más intenso y dramático –Porderone, Correggio o Michelangelo- , logrando una impresión sobrecogedora. Con un dominio sorprendente de la perspectiva y el contrapposto, Tiziano crea una escena de violencia de gran impacto visual. 

David y Goliat, considerada una de las telas más importantes de la Historia del Arte, tuvo que ser restaurado después de sufrir daños en un incendio en 2010.


Bellini

Gentile Bellini, miembro de una célebre familia de artistas de la Escuela veneciana, fue un célebre pintor de la época que destacó por sus escenas narrativas y retratos, llegando a recibir los honores de Federico III o el sultán Mehemet II por retratos de las personalidades.

Gentile representó la facción más conservadora de la escuela pictórica veneciana en contra de su hermano, Giovanni, y a pesar del mayor talento de éste, Gentile Bellini gozó de gran popularidad a lo largo de su vida, llegando a ser enterrado en la Basílica de San Juan y San Pablo de Venecia, sepultura tradicionalmente reservada a los dogos o gobernantes de Venecia.

Milagro de la Cruz en el Puente de San Lorenzo, 1500 
Fuente: extraído de Artehistoria.es
El Milagro de la Cruz es la obra más famosa de Bellini. Encargada por la Scuola de San Juan Evangelista, formaba parte de una serie dedicada a la exaltación de una reliquia de la Sagrada Cruz que guardaba dicha cofradía. Genile Bellini, que pinta Venecia en la plenitud de sus procesiones y ceremonias, presenta el momento en que los monjes recogen la reliquia caída en un canal. El pintor, sin embargo, convierte el tema en un elemento secundario de la composición, priorizando la ambientación arquitectónica y la descripción de los personajes, introduciendo al espectador en el ambiente veneciano del Quattrocento.
Veronese
El primer reconocimiento artístico de Veronese en Venecia fue nada menos que el encargo de la decoración parcial del Consejo de los Diez del Palacio Ducal. El joven Paolo Caliari, entonces de veinticinco años, estaba claramente impresionado por Michelangelo y, en concreto, por la capilla Sixtina.
El Veronese llevó al Palazzo Ducale de Venecia las figuras manieristas de la Capilla Sixtina, con sus colores luminosos y clarísimos. Era muy diferente de la tradición veneciana de las tonalidades unificantes y la luz difunminada del maestro Tiziano.
La República veneciana aceptó el nuevo lenguaje artístico llegado del Vaticano y, poco después, aquél discípulo de Michelangelo, todavía sin personalidad própia pero con su lenguaje pictórico, se establecería definitivamente en Venecia.



En el Palazzo Ducale encontraremos la mayor parte de las obras del Veronés, especialmente en las tres salas decoradas por él: la Sala del Consejo de los Diez, la Sala del Colegio y la Sala del Colegio Mayor. Las más famosas, la Vista de la Sala del Consejo de los Diez o Juno hace llover regalos sobre Venecia, fueron las obras que le granjearon la aceptación en  la ciudad.

Tintoretto
Jacopo Comin, también llamado Tintoretto (1518-1594), fue uno de los grandes pintores de la escuela veneciana y probablemente el último gran pintor del Renacimiento italiano. Dotado con un sorprendente virtuosismo, su obra se aproxima a Tiziano e incluso a la de Veronese: Tintoretto utilizó todos los recursos del manierismo. Sus figuras se retuercen y agitan; los efectos luminosos ofrecen fuertes contrastes, y sus composiciones se ordenan en grandes diagonales, que producen la impresión que se prolongan a través de espacios infinitos.




La última cena, 1952-1954
Fuente: extraído de Artehistoria.es
La última cena es la última gran obra de Tintoretto, en la que culmina su trayectoria como pintor. Tintoretto ya había realizado otros trabajos con el tema de la última cena de Cristo y sus apóstoles, clásico en la pintura religiosa católica; sin embargo, en esta obra utiliza una perspectiva muy diferente de la forma original para realzar la dramática situación, distinguiéndose así de la obra de Leonardo Da Vinci con el mismo tema; con un tratamiento de la luz muy especial, Tintoretto presenta una escena diferente, en una taberna sombría y popular y llena de seres fantásticos. 
Este cuadro, como la Recogida del maná (1594) y La deposición (1592-94), fueron realizados para la iglesia y monasterio de San Giorgio Maggiore. 

Il Fondaco dei Tedeschi: Giorgione y Tiziano
El Fondaco dei Tedeschi es un edificio histórico situado en el Gran Canal, cerca del puente Rialto. En su época fue la sede de los comerciantes alemanes de la ciudad y una  de las colonias de comerciantes más poderosas; en consecuencia se convirtió en un importante centro comercial de las mercancías que transitaban de Oriente en su camino hacia los Alpes.
Alrededor de 1508, la fachada sobre el Gran Canal fue decorada con frescos de Giorgione y Tiziano. De este trabajo, deteriorado por el clima húmedo y salado de la laguna, quedan pocos fragmentos, que ahora se encuentran en  la Accademia de Venecia. En su interior se encontraban también obras de arte sobresalientes de Veronese, Tiziano y Tintoretto, también en su mayoría desaparecidos.